bastaría con decirtelo todo,
pero aquí con tu siencio y el mío,
haremos una fiesta.
Lolo Palza
Escribe: Walter L. Bedregal Paz
Rodolfo Alberto Palza Valdivia
(Puno, 1964)
Estudió Arquitectura e ingeniería Civil en
Fue editor de Escritos (Plegado de pensamiento, poesía y prosa) entre los años de 1987 y 1991.
La autenticidad de Palza se confirmó cuando en (1987) publicó Ser Cardeno, donde su poesía es bruñida, impecable, algo lujosa, de un deslumbrante lirismo. Editorial Asociación Cultural Mitimaes, Arequipa; Subversión o versión menor de la palabra en Alemania (1988); Ars poética de edición artesanal en 1993; sin duda Palza tiene el poder de crear un clima de ensoñación y así lo demuestra en Nunca más al pie de los campanarios (1993) en el poemario una sucumbe al leer como la víctima de un gran hechicero; Naufragio de Noé, Lago sagrado Editores, Lima (2000), fue el poemario que saco como mago de la galera, a pesar de su salud quebrantada, luego de una operación que fue sometido – situado en la base del cerebro – su actitud – ahora – revela su fortaleza por vivir para la literatura, que la lleva en el estómago; un asunto humano, donde la vanidad no tiene precio ni lugar, peor aún temor a la muerte, porque él más que nadie sabe que el único temor que lo afligiría sería la soledad, pero para ello tiene a su incansable compañera, – su esposa – arquitecta y pintora Yemy Alemán (Juliaca 1965), que hace del valor y la angustia una fuerza invalorable de mujer nacida para amar y ser digna de admiración por la literatura y el arte peruanos.
En el libro, el poeta nos sumerge en una excepcional tentativa filosófica, en un mundo en que más allá de sus coincidencias con la realidad, se transforma en un estado de ánimo, una marea de sensaciones que escapan al tiempo y al espacio en una suprarrealidad.
A veces su poesía no es fácil de entender, ya que en ella se agolpa un cúmulo de emociones, recuerdos e imágenes de una rica densidad que, tal vez, sólo se destila – al menos, en esa proporción – una vez en la vida.
En la contratapa del poemario: Naufragio de Noé, José Gabriel Valdivia, ratifica la palabra de Lolo, cuando expresa: “… la poesía es un fugaz resplandor, un brillo solar en el corazón del lector. Cuando ésta aparece con palabras simples y en textos breves, no se sospecha en que momento nos atrapa su sutil impacto. Esta es la percepción primera y esencial del que se acerca por primera vez a estos poemas labrados en casi una década por Lolo Palza Valdivia.
El lenguaje que sostiene la estructura del libro viene de la coloquialidad, de la diaria llaneza del mundo moderno. Pero esta peculiaridad de su escritura no desmerece ni disminuye la reflexión espontánea, vivaz, sobre los hechos y cosas que conmemora.
Naufragio de Noé muestra en todos sus componentes (breves libros) una permanente y particular actitud hacia la poesía, en la que prima una visión existencialista de la vida, la ciudad, el amor, la sociedad y la propia “cabrera poesía”. Es una summa poética que reafirma la vocación de un poeta de reconocida trayectoria en el sur del Perú y que busca permanencia en el contexto literario nacional.
ESTE CIELO & ESTE LAGO
Si tuviera que decir adiós
emprendería el camino de regreso
Haría de mis pasos
grandes surcos en la tierra
para que los ríos pudieran regresar preñados de distancia
hasta lo más alto de las montañas
a discurrir por sus antiguos y delgadísimos cauces
Si tuviera que dar la espalda
a las últimas palabras
regresaría sobre mis pasos
para beberme de golpe
este cielo y este lago.
HIJOS DEL SOL JJ
Con su ala tibia viene la mañana
a despejar las sombras del frío.
Triste la pampa
gruesa la bayeta
puro el invierno.
desde lo seco del olvido
y señoreo sobre la tierra inhóspita.
Voy lejos de los caminos
los pajarillos clamorean la madrugada.
Sobre el campo
el sol apenas deja pasar
un poco de sus ganas entre las nubes.
Y una bandera Arco Iris
ondula sobre el río y el pajonal.
Trepo las colinas
por los caminos de piedra
que están hechos para los dioses.
Corono la más alta cumbre
También yo soy un hijo del sol.
hundo el warayoc y grito.
Mi silencio milenario
hará romper las barreras de tu corazón.
Luego sin lágrimas
giro alrededor de mí mismo.
Observo todo lo que me pertenece
por la divina gracia
del agua
el aire
la luna
y el sol.
En la revista de literatura Artes, Plumas y Letras, (2000, Nuñez, Mirtha), escribe de Lolo refiriendo: “La relación de Lolo con la poesía nació hace mucho tiempo, lo más seguro en la década del 80. / (…) y la comunicación con las líneas, las formas y el diseño, no era muy definitiva. Era la época del cuestionamiento a nivel general y Lolo se dedico a labores más intimistas. “siempre he amado la poesía y mi relación con ella siempre fue muy clara”. Fue cuando nació Entre la espada y la pared una colección de poemas destinados a ser grafittis que llenarían todas las paredes de la ciudad. Canta, ahora canta/ que se vista de color el silencio. Con Lucho Cuadros queríamos pintar todas las paredes de Arequipa, cosa que nunca logramos. Claro, por eso el título del libro incluido en Naufragio de Noé y, dedicado por supuesto a Lucho. Otros libros incluidos (seis en total) son Sagrado recinto, una suma de poemas escritos entre 1992 y 1999, En medio de fauna tricorne, nacido también en esos años; Crónica de una vieja plaza, para Lolo un canto a la humanidad; Hablando en el silencio, poemas amorosos de versos cortos dedicados a su Yemy (1993) y; Ars Poética, 1992.
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(*) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.
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