lunes, 18 de agosto de 2008

Darwin Bedoya *


Escribo porque huyo,
y al emprender ese fabulosos retiro

hallo en mí lo que no tengo conmigo.

Darwin Bedoya




Escribe: Walter L. Bedregal Paz



Darwin Eduardo Bedoya Bautista


(Moquegua, 1974)



Docente de Lengua y Literatura. En el año de 1995 escribe su primer poemario, uno de los poemas le da el rótulo de Momentos eternos. En 1995 culmina su relato inicial El encantado. En 1996 inicia su segundo relato Violencia de un ocaso. En 1997 concluye un trabajo formal de poesía titulado El llanto de las flores, su segundo poemario. Termina también el relato, ese mismo año, Los días de Bonny y aparece al par el relato intitulado Por ese camino, quizá el mejor de sus trabajos narrativos, aplaudido en el Taller de Literatura CONTACTO VOZ del cual es integrante. Aquí aparece también su tercer poemario denominado Encuentro del tiempo.

Parte de la producción de Bedoya se mantiene inédita, pues sólo está culminada en cierto modo, pero que para el rigor de su autor aún están por culminar, a pesar que publicó: Jardines del silencio (2004). Desde 1998 inicia el poemario Escrito en trance y concluye un conjunto de poemas bajo el título de Yarume primera eda del silencio, que publica el año 2006, forjado y saludado en el taller literario CONTACTO VOZ. Además , artículos y ensayos en diferentes revistas y diarios nacionales y regionales.
Darwin Bedoya ha publicado poemas y cuentos en conocidas revistas de literatura del sur peruano. En su breve trayectoria cuenta con haber logrado algunos méritos como el reconocimiento en el Concurso Nacional de Poesía Premio: Pucara 1997 – Huancayo, con Primera Mención Honrosa, organizado por la revista de literatura CASCADAS y la Municipalidad de Pucara- Junín; en el Concurso Nacional de Poesía Alberto Hidalgo 1998- Arequipa, obtiene el Primer Premio Nacional de Poesía, organizado por el semanario EL CLARÍN; Primer lugar en el Concurso departamental de Poesía (Premio “Simón Fidel Quispe”), organizado por la CUBUP – Puno; finalista en el VII Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja convocado por el Instituto Municipal de Cultura Joaquín Chapaprieta de Torrevieja 2002, Alicante – España; Primer y Segundo Premio en los I Juegos Florales JULIACA ETERNA organizado por la UGEL San Román, Juliaca 2004, en el área de cuento; al año siguiente, el 2005, obtiene también el Primer Premio de cuento, en los II Juegos Florales JULIACA ETERNA, organizado por la misma institución. Tercer Premio en el Concurso Nacional de Cuento Electro Puno S.A.A. 2006. Integra la ANEA- San Román y la CASA NACIONAL DEL POETA – Juliaca.
Coeditor de la revista de literatura, arte y cultura Pez de oro. Editor del CUADERNO BIMESTRAL DE POESÍA Lágrimas de cocodrilo. Director del TALLER DE CREACIÓN LITERARIA La tribu de los espantapájaros. Director de la revista de poesía GARABATOS DEL AGUAFIESTA, Miembro del Consejo Editorial del Sello LAGOCULTO EDITORES.
También quedaron frases evangelizadoras de un poeta moqueguano, fallecido J. Roberto Begazo Mayca, predestinadas a modificar el pensamiento y carácter de la literatura puneña contemporánea, aparece el poeta que está en contacto directo y amplio con la poesía nueva, la apreciación de J. Roberto Begazo Mayca, rescatada del silencio es esta:
Una apreciación literaria a la producción poética de Darwin Bedoya: “…con beneplácito y gran estoicismo, tomo la pluma para enervar mis ideas y atisbar con sumo cuidado, algunas pautas sobre la ¨Fertilidad literaria¨ de Darwin Eduardo Bedoya Bautista, que vivifica el nombre de quien ayer fuese bisoño y hasta errátil; pero… que hoy, se convierte en el arquetipo de la literatura peruana. Confieso, en honor a las letras, a los literatos y a la poesía “ mi fiel compañera”; por supuesto, sin caer en la fatuidad; fui quien endilgó los primeros versos en Darwin Eduardo, vate, narrador y en sí polígrafo. Al leer detenidamente su vastísima producción literaria, encuentro una poesía pura y sin remedo; versos que llegan a la médula y que trasuntan el alma; que hacen del verso, no sólo un suspiro sino una llama incandescente; un estilo peculiar, patético y apasionado; abunda en giros expresivos, muy precisos y armoniosos; fluidez en el lenguaje y léxico exuberante. En su poesía primigenia, emplea la métrica regular, impera la metáfora y la rima consonantada; paulatinamente se va desprendiendo del formulismo, para incidir en el versolibrismo.
Yo que soy amante del quehacer literario, auguro en Darwin Eduardo, un futuro promisorio, ya que es progenie de un pueblo espléndido; cuna del Amauta, de Honorio, de Mercedes Cabello de Carbonera y otros; que su literatura sea cada vez más verosímil y de vanguardia.(**)

Actualmente se desempeña como docente de literatura.


POEMA URGENTE (***)

Ventana de ojos abiertos
cierra ya tu luz
mis huellas huyeron por ti.
ahora en el ángulo de tu habitación
conserva el obsequio sin fondo
conserva mi ausencia.
cortinas de llamarada azul
que tengo enganchadas en la mirada
puerta de brazos extendidos
y luces de fulgor encendido
aguardan su calor para mí.
Llegaré.
hoy persigo el eco del tiempo
el latido de un mañana
y la fuerza de un pensamiento.
Persigo
un sentir con agallas
una razón sin agonía perpetua
un ideal
que traspase el ámbito del silencio.
Quiero romper las fronteras de lo poco
busco beber el camino que soñé
¡Ahora!
Antes de volver a mí mismo.

QUIELA

Hay alguien detrás de la puerta
sentado en el lugar donde palidecen las horas
empieza a contar en sus dedos
todo lo que va mirando a su alrededor:
dos tazas tibias de café a medio tomar
tres colillas de cigarrillos sobre el tapiz
y en el rincón de rostros olvidados
un suspiro reflejándose en el espejo
después
el mismo alguien cierra los ojos
saca un libro entre sus mangas
y comienza a leer el juego de la eternidad
a medianoche cuando concluye su lectura
el sueño le desata un camino a sus pies
ha caminado tantas veces la misma ruta
dejando páginas en blanco
a un costado del jardín
y ahora regresa descalzo desde su propio recuerdo
al despertar comprende la luz de la ventana
y la cortina hecha jirones en el suelo
mira la mesa completamente vacía
y por fin palpa sus manos
se da cuenta que no han quedado tristezas
ni siquiera una para remedio
cogiendo sus anteojos
piensa que anduvo en el jardín
porque ahora termina de mirarse
en el mismo espejo. se reconoce internamente
como cada mañana. arranca una página del libro
y deja sus ojos en otro lugar.
sus manos rozan el sueño
y entonces percibe los pasos que jamás logró confundir
alguien viene a grandes pasos
como si lo llamaran con campanas
se apea del silencio
y descubre un rostro igualito a la duda

Las horas eternas en la banca del parque





el jorobado en el parque solitario soñador
apuntalado entre los árboles y el agua
desde que el candado del jardín se abre.
Dylan Thomas


una iluminación
y varias canciones se pierden en su memoria
de habitaciones inconclusas con charcos de agua
en donde se refleja su propia imagen:
busca en la esquina de la plaza un quiosco
y allí compra el periódico del día

se sienta en una banca del parque
mientras lee y espera
la llegada de una sombra de abril
que nunca se confunde con la gente que viene y va
porque nunca supo llegar

y termina de leer de palmo a palmo su periódico
termina el crucigrama
y no termina las horas eternas en la banca del parque
y llega nadie
sólo una colección de imágenes borrosas
le hablan para que siga ahí
y no apague sus ojos
ni seque los charcos de agua
donde todavía se le puede ver
sin canciones
en una banca del parque






____________________________
(*) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.
(**) Roberto Begazo Mayca,(+) dejó estas apreciaciones, pensando que toda obra literaria por buena y tal vez acabada, carecerá siempre de sombras.
(***). (1998). Primer Lugar el I Concurso Departamental de Poesía “Simón Fidel Quispe”. Organizado por la CUBUP – P. Puno.

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